top of page
Buscar
Foto del escritor: VAALVAAL

La sabiduría esencial es aquella que te permite avanzar ligero por la vida mientras construyes tu felicidad…





Algunos víveres que necesitas para alimentar tu mente, tus emociones y tu alma en la escarpada senda de la vida.


Todo el abastecimiento necesario para una vida plena, positiva y feliz en la medida de lo posible:

Mantener como constante una actitud optimista, entusiasta y vital (aunque realista) con predominio del buen humor incluso en los momentos mas críticos.


Tener un carácter sociable y amable, felicidad para la empatía, la espontaneidad y la naturalidad, con una comunicación siempre positiva y centrada en lo bueno de los demás.

Ser el mejor amigo de ti mismo, con gran confianza en tus capacidades, alta autoestima y sentimiento de competencia. Recuerda siempre que pueden fallarte todos, pero nunca debes fallarte a ti mismo.


Vivir plenamente el hoy. Todo lo que tienes es el presente que estas viviendo. Disfruta el aquí y ahora, y no permitas que nada del pasado te prive de disfrutar el instante que vives, ni que los malos presentimientos de cara al futuro te amarguen el día.

Recordar que solo vives lo que disfrutas: contigo mismo, con tu familia, amigos y compañeros de trabajo. En cualquier lugar y momento, que nada ni nadie te impida vivir y disfrutar.

Encontrar un motivo fuerte, un “porque” capaz de dar sentido a tu vida. Puede ser el amor, una convicción profunda de fe, la necesidad de entregar tu vida al servicio de una causa noble, tu propia familia. Teniendo una razón poderosa para vivir, estarás más capacitado para soportar las situaciones más adversas y críticas.


Ver, cada día nuevo que amanezca, como el mejor regalo de tu vida. Ese día ya no volverá jamás. Tu disfrute es el mayor de los dones: abraza ese trozo de vida que se te ofrece de forma completamente gratuita… sólo en tus manos está que este día se convierta en una maravilla.


Aceptar con sosiego y paz interior las luces y sombras de la vida, sus reglas imperfectas. Recuerda que más que los acontecimientos adversos, los dramas y las miserias, lo que te hace desgraciado es la forma en que decides vivir lo que te sucede a cada instante. Tu estas al mando y puedes elegir una actitud positiva en lugar de una actitud, pesimista y derrotista.


Simplificar la vida con sabiduría esencial. Centra tu atención, intención y sentimiento en acumular experiencias gozosas, disfrutables y sencillas. Camina “ligero de equipaje” y recuerda que lograrás mayor paz, felicidad, plenitud y equilibrio interior en la medida en que necesites menos cosas para situaciones críticas y dramáticas. Si te caes diez veces, lo que importa es que no dudes en levantarte veinte veces y volver a empezar con energías renovadas.


Procurar hacer el bien, por el simple hecho de contribuir a quien mas lo necesita, quien no tiene a nadie, pueda contar contigo y ser más feliz. Que la felicidad de otros contribuya a tu propia dicha y felicidad.


Crear, allá por donde vayas, anclajes afectivos. Ama y siente el amor de los demás. Haz amigos a tu paso, deja buen recuerdo de ti y no cometas la estupidez de crearte enemigos. Por tu bien, sé amor y convierte tu existencia en amor.


Ser el capitán del barco de tu vida. Rige tu propio destino y no permitas que te programen la vida los demás, ni las circunstancias.


Bernabé Tierno, psicólogo.


1 visualización0 comentarios
Foto del escritor: VAALVAAL

Rechazar lo que te disgusta, sin sentirte culpable y sin temor a que el otro se enfade, es imprescindible para autoafirmarte.





Es una palabra y sin embargo nos cuesta horrores pronunciarlas. La razón es que un no tiene mucho poder: puede decepcionar a un amigo, enfurecer a un amante o herir los sentimientos de un familiar. Pero también tiene su parte positiva: es imprescindible para defender nuestros derechos y satisfacer nuestras necesidades: evita que los demás se aprovechen de nosotros y nos permite mantenernos firmes y seguros en nuestras opiniones.


Decimos que si cuando queremos decir no: en casa, en la cama, en el trabajo, a los amigos, a un plato de comida... Las consecuencias son nefastas para nosotros y también para los demás; nos arrepentimos, nos sentimos mal, culpamos a otros.

Nos cuesta trabajo decir "NO" por miedo al rechazo, a la desaprobación, al desamor y la antipatía de los demás. Tenemos miedo a que alguien piense que somos débiles o que no tenemos el suficiente coraje.


Hay que establecer limites: propios y ajenos. Hay que conocer lo que nos gusta, lo que no, lo que eres capaz de dar y recibir.

Si no lo haces tú, tu organismo manifestará la discordancia que sientes hacia determinadas cosas. Los bloqueos de energía son comunes en la gente que tiene poca conexión consigo misma, al no buscar respuestas propias a la vida, sus "No" y sus "Si" son impuestos desde afuera en función de lo que la sociedad aprueba o desaprueba.


El aprendizaje es largo y doloroso pero solo quienes se conocen a si mismos pueden decir no y si a lo que realmente quieren. Lo terrible es que las decisiones que no tienen que ver con lo que somos en esencia terminan causando estragos en nuestro organismo: enfermedades, dolores crónicos, úlceras, malestares, depresiones, etcétera.



SI TE CUESTA NEGARTE


Decide lo que quieres y por qué. Analiza sinceridad cual es la razón por la que aceptas hacer un favor o complacer a alguien, y comprueba si no es por miedo a la reacción de la otra persona, o simplemente porque te sentirás mal contigo.


Piensa en positivo. Eres una persona madura y capaz de tomar tus propias decisiones. La falta de confianza en uno mismo es un obstáculo para poder elegir CORRECTAMENTE


Mira por ti. ten en cuenta que la gente que te quiere no debe jamas obligarte a hacer algo que no desees, si finalmente no son capaces de aceptar tus deseos, no son dignos de ti!


Arriésgate, pero no te sientas culpable. Siéntete orgulloso por haber expresado tus deseos, sobre todo, si crees que te pueden ayudar.



Conocerse es necesario para saber lo que a uno le incomoda personalmente, saber a que negarse.


NO a La insatisfacción. Centramos la felicidad en lo que nos falta, no en lo que poseemos y logramos. Sin darnos cuenta, alimentamos un sentimiento creciente de carencia y frustración.


NO a El sentimiento de culpa. Todo perdón nos libera a nosotros y a los demás, por que rompe una pesada cadena de dependencia con el pasado y nos deja la mente y el corazón ligeros para realidades enriquecedoras. La culpa y el rencor envenenan el alma y le quitan fluidez a las relaciones personales.


NO a La negatividad. Las malas noticias condicionan nuestro estado de ánimo y nos olvidamos de lo positivo de la vida.

4 visualizaciones0 comentarios
Foto del escritor: VAALVAAL

Por: Pilar Jericon


No hace falta salvar vidas, si no aprender la forma de seguir avanzando a pesar de las dificultades, y ejercer una influencia positiva en los demás.


El héroe cotidiano sigue adelante a pesar de los problemas que surjan en su vida. El superviviente sin embargo, se siente victima y vive culpando al mundo de lo que les ocurre.

Tenemos una extraordinaria capacidad de adaptación, que nos permite como especie sobrevivir a situaciones difíciles, también a otras que no son tan complicadas.





Un héroe cotidiano no es el que salva vidas, si no aquel que sigue adelante a pesar de las dificultades; en vez de habitar en la queja o el lamento, las aprovecha como oportunidades para transformarse positivamente y ejercer una influencia objetiva en su entorno.


La mayoría son anónimos para la historia, pero inspiradores para quienes tienen el privilegio de convivir con ellos.

El superviviente, sin embargo, es aquel que vive culpando al mundo de lo que le ocurre, sintiéndose victima y no preocupándose por las personas de su entorno, y la diferencia sin duda la marca la actitud y las acciones.

Dar un sentido de vida cada uno de nosotros, sentirnos vivos con los que hacemos, relacionado con dar lo mejor de nosotros mismos, y al mismo tiempo aportar a otros. No es necesario buscar grandes empresas en la vida; puede ser convertirse en una persona con valores amables, un buen empresario o madre, o un estudiante que quiera aportar valor a la ciencia.

No existe transformación ni aprendizaje sin humildad. Solo cuando caes y te cuestionas profundamente, cuando eres humilde, te abres a un proceso de descubrimiento interior y de transformación, aunque eso pueda implicar atravesar un desierto.

En la medida en que sintamos que crecemos podemos estar mas cerca de la sensación de plenitud personal. La felicidad esta muy relacionada con sentirnos sin miedo y con dar lo mejor de nosotros, por lo cual es importante el espacio para nosotros, nuestros amigos, lo que nos hace sentir vivos (una afición, una buena conversación, etc.)


Aprender a quererse supone aceptarse y ajustar las propias expectativas sin caer en la autocomplacencia. Para ello reconocer que eres una persona real, con defectos e inseguridades; pero al mismo tiempo reconoce que eres una persona única, insustituible y merecedora de amor autentico.

A veces, cuando no hay respuestas , solo cabe darse el permiso interior de vivir la emoción, el dolor o la incertidumbre, y seguir confiado en nosotros y en el futuro, poniendo los medios para ellos.

Los recuerdos de amor activan circuitos mentales que están relacionados con la seguridad emocional, la autoestima, la confianza en uno mismo, sin necesidad de fármacos, ni de parejas que rescaten, ni de éxitos que te hagan sentir lo maravilloso que eres. Las posibilidades están en nosotros. Sentirse victima otorga “derechos y ventajas” como: no soy feliz, no asumo que tengo libertad para serlo.


El amor es la gran fuerza como dijo Platón: “No hay persona por temerosa que sea. Que no pueda convertirse en un héroe por amor” y ahí esta nuestra autentica grandeza. No reside en nuestro equipaje, ni en ser el gran triunfador, el sufridor eterno o el defensor de causas perdidas.


La grandeza esta dentro de cada uno, en la capacidad de quererse y de querer.


3 visualizaciones0 comentarios
bottom of page