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Foto del escritor: VAALVAAL

Para entender y relacionarte en armonía con el mundo, primero tienes que estar en equilibrio con tus emociones.




El término se refiere al conocimiento de nuestro refugio emocional, el arte de vivir vidas emocionalmente sostenibles, mismas que se puedan disfrutar, que no pesen. Es desarrollar la capacidad de utilizar la energía que las emociones aportan para mejorar en tres niveles:


1. Mi relación conmigo: aceptación y autocuidado

2. Mi interacción con la gente que me rodea

3. Cuidar mejor este mundo


Lo primero es entender que el mundo emocional es una gran oportunidad y que incluso las sensaciones desagradables, si aprendemos a gestionarlas de manera correcta, pueden convertirse en oportunidades, para mejorar como personas. Hay gente que al enfrentarse a sus miedos, se desgastan y dicen “no puedo”. La ecología emocional se trata de enseñar a tomar el control de tu mundo y de aprender a canalizar tu energía de manera positiva.


Desde niños nos han dicho que enojarnos no es bueno, que no debemos llorar y que es necesario evitar la envidia. El primer paso es permitirte sentir. Entender que por ejemplo el enojo es inevitable, es una capacidad innata. A nivel físico cuando te enojas aumenta tu energía, la cual si liberas irracionalmente, puede llegar a ser violenta; sin embargo, si aprendes a focalizarla se convierte en energía que te ayudara mejorar.

Si no expresas de manera correcta lo que sientes, puedes quedar atrapada en un mundo de emociones desequilibrantes (tristeza, ira, soledad, desilusión) que generan un estado de apatía con la vida, con poco “color emocional” (amplia gama de sentimientos que puedes experimentar a lo largo de tu vida)

Como consecuencia disminuye la energía que te ayuda a luchar para lograr tus proyectos y cumplir tus sueños e ilusiones. En ocasiones, existen personas que no se quedan estancadas aquí, pero pasan a otra gama igual de peligrosa, que se da la represión de emociones, hasta el momento en el que explotan de forma violenta hacia afuera (dañando a los demás)


“Se trata de permitirte experimentar todas las emociones, pero canalizarlas de manera positiva”

Las emociones contenidas también afectan físicamente se reflejan con frecuencia en: aumento de presión arterial, migraña, tensión.

Por ejemplo, entendemos que el enfado es señal de que tienes un obstáculo, puede ser una situación o persona. La ira funciona como la fuerza para rodear o saltarlo. “Alguien incapaz de sentir enojo estaría a merced de la situación porque no tendría energía para superarla.

Es valido enojarte, pero no por esa razón tienes derecho a lastimar a alguien más cuando te encuentras en este estado.


Como mejorar


1. Dedica tiempo para mirar en tu interior. Revisa si has cargado durante el día con “basura emocional” (ofensas, tensiones, temas pendientes) “así como a diario juntas la basura de tu casa para tirarla, haz lo mismo con tu interior”

2. Enfrenta tus miedos.

3. Despréndete de los sentimientos tóxicos: resentimientos, rencor y odio. Nacen de emociones contenidas y se evitan dejando fluir sentimientos como la ira. Ten en cuenta que las emociones tóxicas te dañan a ti.

Cultiva relaciones ecológicas. Se requiere de plena sensación de bienestar de manera individual. Evita cuestionamientos innecesarios, respeta los espacios de tu pareja y autonomía. Además del amor de pareja, el ser humano necesita otros afectos.



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Foto del escritor: VAALVAAL

psicología práctica


Si crees que una crisis puede acabar con tu estabilidad, tal vez es cierto; sin embargo, está en ti tomar esa ola a tu favor para ir mas allá de donde imaginabas.




Este concepto proviene del termino en latin resilio, que significa volver atrás, volver de un salto, resaltar, rebotar; esta expresión fue adaptada a las ciencias sociales para caracterizar a aquellas personas que a pesar de nacer y vivir en situaciones de alto riesgo, se desarrollan psicológicamente sanos y exitosos. (Michael Ruter 1993) Francisco Aguirre menciona que la resiliencia es la capacidad de cualquier persona sin importar su edad, género o condición económica o cultural para sobreponerse a un problema que esta viviendo, pero esto solo puede darse en un contexto que permite lograrlo, y es que nuestra capacidad de responder varia de un momento a otro, si bien por una parte hay gente con problemas específicos, la otra parte del conflicto radica en el reproche que se hacen a si mismos. Lo primero es darse cuenta de que eta pasando. El trabajo del terapeuta es ser como un espejo, lo mas limpio posible, de creencias, de ideas, historia personal, todo para que la otra persona se vea con claridad. Si bien no es agradable mirarse como uno creía, no hay modo de pretender no estar de cierta manera si no sabemos como estamos. Esta es una muestra de lo que pasa cuando estamos en crisis. Lo segundo es observar que emoción surge en nosotros cuando el reproche se convierte en una constante, que parte de nuestro cuerpo siente con mas fuerza esta carga; identificar que y donde sentimos esto nos permite conocernos mas. En general, una persona no puede salir sola de esa dinámica.

Las crisis suelen señalar los huecos que tenemos, y si bien son dolorosas, son una llamada de atención directa hacia algo especifico que tenemos que trabajar. Poner en la mesa las carencias ayuda no solo a tomar conciencia de ellas, si no a trabajar en estas. Por otro lado, las crisis son útiles para enfrentar nuestros miedos y nos empujan a encararlos, “esta en nosotros hacerlo a fondo y a conciencia” y en cuanto al tiempo para salir de esta situación, la mayoría quiere emerger lo mas rápido posible; sin embargo, tampoco hay que tener prisa por hacerlo, “cuando se hacen las cosas de esta manera, no suelen salir bien ”. Cuando no solucionamos a fondo y bien la crisis, corremos el riesgo de volver a caer y repetir los patrones, dejando la resiliencia a un lado. “La idea no es hacerlo rápido, si no aprender de ese momento” Las crisis provienen de la incapacidad de resolver conflictos y estos se dan por dos ideas que se contraponen; en un estado de relajación se pueden ver estas y conocer el espacio de conflicto para entonces buscar soluciones.


10 claves para enfrentar y superar las adversidades


1. Entabla relaciones interpersonales. Trabaja en construir lazos sólidos con amigos, familiares, pareja y personas importantes en tu vida.

2. Aceptar apoyo de personas que te quieren y escuchan, fortalecen la resiliencia. No mires la crisis como obstáculos insuperables.

3. Piensa positivo. No puedes evitar que ocurran eventos que producen tensión, pero si se puede cambiar la manera de como interpretas y reacciones ante ellos.

4. Acepta que el cambio es parte de la vida. Es posible que como resultado de una situación adversa, no logres alcanzar ciertas metas. Aceptar las circunstancias que no puede cambiar te ayudara a enfocarte en las circunstancias que si esta en tus manos arreglar.

5. Camina hacia tus sueños. Establece metas realistas, en vez de enfocarte en tareas que parecen que no se pueden lograr.

6. Realiza acciones decisivas. En situaciones adversas, llevar a cabo acciones decisivas es mejor que ignorar los problemas y las tensiones, así como desear que solo desaparezcan.

7. Toma las crisis como oportunidades para descubrirte. Muchas personas que han experimentado tragedias y situaciones difíciles, han expresado tener mejoría en el manejo de sus relaciones personales, incremento en la fuerza personal aun cuando se sienten vulnerables, la sensación de que su autoestima ha mejorado, una espiritualidad mas desarrollada y mayor apreciación de la vida.

8. Cultiva una visión positiva de ti. Desarrollar la confianza en tu capacidad para resolver los problemas y confiar en tus instintos. Manten las cosas en perspectiva. Incluso cuando te enfrentes a eventos muy dolorosos, trata de considerar la situación que te causa dolor en un contexto mas amplio, y conserva una perspectiva a largo plazo.

9. Nunca pierdas la esperanza. Una visión optimista te permite esperar que ocurran cosas buenas en tu vida. Trata de visualizar lo que quieres, en vez de preocuparte por lo que temes.

10. Cuida de ti. Presta atención a tus necesidades y deseos. Participa en actividades que disfrutes encuentres relajantes. Cuidar de ti te ayuda a mantener la mente y cuerpo listos para enfrentarse a situaciones que requieren resiliencia.

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Por: Ma. Del Carmen López


El éxito de la vida no esta en vencer siempre, si no en no desanimarse nunca. No pierdas de vista tu objetivo, y recuerda que hay que aprender de los fracasos.


Es increíble, pero cada vez que te empeñas en que algo tiene que salir bien, da la impresión que el universo se alinea para que todo ocurra así. Por desgracia, también pasa con lo negativo, que básicamente es el resultado de lo que piensas.




Algo que diferencia a los humanos de otras especies es que hemos sido capaces de desarrollar la capacidad de pensar. Así, nos hemos podido explicar muchas cosas y crear otras tantas, pero su poder no se limita a ello, el pensamiento es tan poderoso que influye en lo que hacemos, lo que creemos, en como actuamos y hasta en la manera en que nos suceden las cosas.

BUDA sostenía que “Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos imaginado; esta fundado en nuestros pensamientos y esta hecho de estos”, todo lo que crees genera estímulos energéticos en el cerebro que provocan que este responda a reacciones químicas para así impulsar movimientos en tus células, tejidos, órganos y músculos.


Nada ocurre por casualidad, se trata del fenómeno causa y efecto. “todo pensamiento que este dirigido hacia la armonía, bienestar y unidad de todo lo que te rodea, hará que evoluciones hacia un estado superior de conciencia y dicha, así como también todo aquel que este direccionado hacia la separación y destrucción te sumergiría de sufrimiento y oscuridad, esto ocurre porque todo lo que genera la mente tiene una intención y una dirección, cuando estos dos elementos se juntan se le agrega una acción que comienza a mover y transformar”.


Analiza de que alimentas tu mente, quienes te rodean, y lo mas importante, acompaña tus pensamientos de acciones, sea lo que sea que desees, que te ocurra, actúa hoy mismo para que todo empiece a tomar forma. En la medida en que propicies los buenos resultados, tu mente se alimentara de sucesos positivos, esto no significa que de pronto ya no ocurrirán tropezones en tu vida, pero ten por seguro que la manera en que los veas y los afrontes será completamente diferente, ya que podrás descubrir el lado amable de toda situación.



“Ni tu peor enemigo puede hacerte tanto daño como tus propios pensamientos”


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