top of page
Buscar
Foto del escritor: VAALVAAL

Esperar con ansiedad una llamada que no llega, pensar en él o en ella día y noche… No son síntomas de amor, si no de estar peligrosamente cerca del “enganche” afectivo





“Los humanos tenemos la tendencia innata a indagar y explorar: “Cuando se adora a un solo río, se niegan todos los demás ríos; cuando usted adora a un solo árbol o a un solo Dios, entonces niega todos los árboles, todos los Dioses.”



¿Quién dijo que para establecer una relación afectiva, uno debe encarcelarse? ¿De dónde surge esa ridícula idea de que el amor implica estancamiento? ¿Por qué algunas personas al enamorarse pierden sus intereses vitales? ¿El amor debe ser castrante? ¿Realmente el vínculo afectivo requiere estos sacrificios? Los preceptos sociales han hecho desastres. Amor no es anularse, si no crecer de a dos. Un crecimiento donde las individualidades, lejos de opacarse, se destacan. Querer a alguien no significa perder sensibilidad y volverse una marmota sin mas intereses que lo mundano.


La dependencia afectiva es una obsesión por lo que dejamos de cuidarnos, perdemos el sueño y el apetito y hasta la noción de nosotros mismos, pudiendo llegar a conductas autodestructivas (Lorraine Ladish)


Una parte importante de las personas que pasan por problemas sentimentales no son tanto víctimas de un amor imposible, como el desamor a si mismas.

Todos en algún momento hemos sentido una inquietante sensación de “enganche” del sujeto de nuestros desvelos. La posibilidad de establecer una relación fallida forma parte de los azares normales de la vida, pero la alarma suena cuando solo sabemos establecer ese tipo de relaciones: conflictivas y dependientes.


En la adicción amorosa el auto engaño puede adoptar cualquier forma con tal de sujetar a la persona que se dice amar, sesgamos, negamos, justificamos, olvidamos, idealizamos, minimizamos, exageramos, decimos mentiras y cultivamos falsas ilusiones. Hacemos lo que sea para alimentar la imagen romántica de nuestro sueño amoroso.


Cierta neurosis late tras esta conducta inconscientemente, se buscan personas que no satisfacen las expectativas, para luego darse cabezazos contra la pared. Se solicita del otro algo que no es, que no podrá dar jamás y se acaba por asfixiarle. Con ello, “sufre mucho quien lo padece y también quien esta a su lado” (Ángeles Lagarejos) y claro la situación al final resulta insostenible y acaba en ruptura.


Es un circulo vicioso; el déficit de autoestima lleva al miedo a establecer una relación equilibrada, y la elección equivocada confirma la carencia de autoestima. En el fondo, una persona poco madura en lo afectivo se dice: “Necesito que me amen, pero como no soy digno de ello, busco a quien no tenga mas remedio que rechazarme”, así vive centrada en el otro, y su ánimo baja y sube en función de lo que este haga o diga, y es que ser fuerte e independiente a veces da mucho miedo.


El verdadero amor es igual de fuerte, pero no conlleva tanta emoción descontrolada, tanta incertidumbre, tanto padecimiento trabaja mas la cabeza y menos el impulso, cuando eres dependiente sólo y exclusivamente hay pasión.

Puedes amar profunda y respetuosa a tu pareja y al mismo tiempo disfrutar de una tarde de sol, comer helados, salir a pasear, ir a un cine, investigar sobre tu tema preferido, asistir a conferencias y viajar; en fin puedes seguir siendo un ser humano completo y normal, con un realismo afectivo el cual es ver la relación de pareja tal cual es, sin distorsiones, sin auto engaños. Una auto observación larga, asertiva y algo cruda, pero necesaria para sanear el vínculo. Analizar honesta y abiertamente el “toma y dame”


Vincularse afectivamente no es enterrarse en vida, ni reducir tu hedonismo a una o dos horas al día. Me refiero a dispersarse el placer sin dejar de amar a la persona que amas y sin perderte a ti.

Esa euforia es la que hace de los dependientes afectivos auténticos adictos al amor mal entendido. (Lorraine Ladish) el proceso es similar al de una toxicomanía: crece la obsesión por una persona como crece por una sustancia.


Cada vez roba mas tiempo y chupa mas energía, pero se necesita. Además la tolerancia aumenta: se precisan más y más dosis para tener el subidón. Hasta el síndrome de abstinencia es parecido; cuando interrumpe el contacto, se siente inseguro, irritable, deprimido. Para explicarse su dependencia afectiva, el sufridor cree estar enamorado hasta la médula, lo que le justifica que pierda el control de su propia vida y hasta el instinto de supervivencia. Acabar con esta atadura implica un esfuerzo considerable.

Mientras te engañes disfrazando de amor el sufrimiento, no puede haber curación.

A diferencia de otras adicciones, la ruptura con la dependencia afectiva deja maltrecho el corazón y toda la autoestima.

Un mal duelo, la no aceptación de una ruptura o una pérdida afectiva, puede estar mediado por lo que en la psicología se conoce como correlaciones ilusorias. Estas malas lecturas o interpretaciones erróneas son muy comunes en sujetos que habiendo terminado una relación, insisten testarudamente en ver amor donde no lo hay.


Algunos de los esquemas más comunes son:

“Aunque no estemos juntos todavía me quiere” (optimismo obsesivo perseverante)

“Después de tanto tiempo es imposible que haya dejado de amarme” (costumbrismo amoroso)

“Un amor así nunca se acaba” (momificación afectiva)


El comportamiento se acopla a la distorsión y el sujeto intenta confirmar mediante distintas sanciones que no merece el amor y tiene cuatro formas de castigarse:


1. Estancamiento motivacional. No merezco ser feliz, entonces elimino de mi vida todo lo que produzca placer.

2. Aislamiento afectivo. No merezco a nadie que me quiera, cuanto mas me guste alguien, más lo alejo de mi lado.

3. Reincidencia afectiva negativa. Buscar nuevas compañías similares a la persona que nos hizo o todavía nos hace sufrir. (profecía autocastigante)

4. Promiscuidad autocastigadora. Entregarse al mejor postor, prostituirse socialmente o dejar que hagan de uno lo que quieran (autocastigo moral)



5 visualizaciones0 comentarios

La felicidad es un estado físico y mental en el que nos sentimos plenos y a gusto, representa nuestro equilibrio y sentido de vida propio; el problema es que nos han enseñado que la felicidad se trata de otra cosa donde lo material es más importante y el aprendizaje poco refleja de esa alegría.





Hay una lista de cosas que impiden lograr la armonía y alcanzar la tranquilidad que proporciona un buen estado de ánimo y actitud. El problema de estos hábitos es que son muy complicados de quitar y más aún si queremos superar una depresión u otro estado emocional complicado.


PENSAMIENTOS

¿POR QUÉ A MÍ? Este pensamiento te hace creer que eres la única persona en el mundo a la que le suceden cosas malas; esa individualización te victimiza y magnifica los problemas que, en realidad, son mas simples de lo que crees. De una u otra forma te hace pensar que eres un ser desgraciado y sin chance de sobreponerte.

NO PUEDO. Cuando te repites que no puedes, inconscientemente te estas creando un bloqueo mental que impedirá que consigas casi todo lo que te propongas, corroborando así lo que creías. Si te dicen que es imposible conquistar en la primera cita a esa persona, es como una programación mental con la cual te prepararás para fallar así tengas todas las posibilidades a tu favor.

NADIE ME ENTIENDE. Eso de que nadie te entiende, te coloca nuevamente en el papel de víctima, ¿Realmente es cuestión de que nadie te entiende o no te estas comunicando correctamente?; el problema aquí es que el egocentrismo nos hace creer que los demás tienen obligación de entendernos.

NO SOY NADIE. Desvalorizarte te impide ver el potencial que tienes como persona, ves las metas más lejanas y te reduces a la nada. No solo se trata, de saber como atraer a esa persona especial, también necesitas darte lugar, creer en ti y en lo que haces.

YO NO SÉ. Esta frase es muy común entre nosotros y aunque parece simple e inofensiva, el solo hecho de pronunciarla nos hace evadir responsabilidades y desconocer las cosas; mentalmente nos cerramos al aprendizaje sin darnos la oportunidad de entender o intentar hacer algo, frustrándonos de ante mano.


CONDUCTAS

TRASNOCHAR. Dormir poco te descompensa haciendo que tu ánimo decaiga; te sientes con falta de energía y con poca concentración.

SEDENTARISMO. La inactividad desencadenará, tarde o temprano una mala salud; por tanto tu bienestar escaso y tu felicidad se verá afectada directamente, al igual que tu estado físico.

EXCEDERSE CON ALCOHOL. Cuando te excedes con la ingesta de alcohol te descompensas física y emocionalmente.

STALKEAR. Fisgonear las redes sociales de los demás de forma constante te hará ver una imagen afectada y errónea de la vida de los demás, trayendo frustración a la tuya porque te comparas.

DESCUIDARTE Y OLVIDARTE DE TI. Cuando priorizas el bienestar de los otros olvidándote del tuyo, terminas postergando las cosas que te hacen feliz; esta bien que quieras ser amable y servicial, pero no por eso te debes descuidar.



Recuerda que cultivar el amor propio también hace parte de la fórmula para ser feliz.




4 visualizaciones0 comentarios
Foto del escritor: VAALVAAL

Existe un gran deseo para poder sentirnos más a gusto con nuestros cuerpos por lo cual empezamos a hacer dietas y a apuntarse a gimnasios ¿Pero podemos hacer lo mismo con nuestro cerebro? ¿Es posible ser más felices con este tipo de entrenamientos?






Estados de felicidad

Existen muchas definiciones de felicidad, tantas como personas habitan en este planeta, pero podemos contemplar también la felicidad como un estado mental, formado por emociones como: la alegría , el optimismo y la serenidad. Estos estados y emociones son comunes a todos los seres humanos, podemos trabajar para acercarnos a ellos.

En primer lugar debemos ganar mas consciencia de cuales son nuestros estados emocionales en el momento presente. A veces se hace difícil pararse y simplemente darse cuenta de ¿Cómo me siento ahora?

Puede que solo nos preguntemos acerca de nuestros sentimientos o emociones cuando estamos desbordados, pero a lo largo del día son muchas las sensaciones que podemos experimentar.


Una vez que reconocemos como estamos, por ejemplo "Me siento alegre" "Me siento estresada" "Me siento contento" etc. Esto nos lleva a poder plantearnos un cambio en estos mismos niveles de emocionalidad.



Las rutinas del día a día

Para ello tenemos que reconocer si estamos en algún tipo de rutina o hábito de conducta. Por ejemplo si te das cuenta que te sientes nervioso/a puede que reconozcas que estas yendo a trabajar cada mañana con un margen de tiempo muy justo, con lo que está continuamente sufriendo por llegar a la hora adecuada, estos estados mentales y emocionales son los que nos restan y nos alejan de nuestra felicidad.


Si queremos ser felices hemos de orientarnos hacia estados mentales y emocionales que nos permiten sentirnos bien. No es cuestión de bloquear las emociones negativas o disfuncionales (términos para poder entenderlos) si no aceptarlas como emociones y sentimientos naturales, y luego dirigir nuestra atención hacia otros estados más positivos.



A la larga somos seres de hábitos y rutinas. Para ello podemos entrenar a nuestro cerebro para siga unos mejores patrones de pensamiento y comportamiento.

Hay actividades que nos ayudan a conectarnos con la alegría, con el optimismo y con la serenidad, como sería leer un buen libro o escuchar tu música favorita, el charlar con un buen amigo (a), meditar o tomarte un baño relajante.





El cerebro humano necesita un tiempo para generar nuevos hábitos o pautas conductuales, es por esta razón que a las personas les cuesta tanto mantenerse firmes en sus propósitos, pero también podemos contemplarlo desde la perspectiva de cada vez que hacemos una actividad para ser felices, esto ya nos esta ayudando a mejorar nuestro estado de ánimo.


Cuando se instauran todos los nuevos hábitos, entonces será mucho más fácil mantenerlos. Al crear una rutina a nivel neurológico se han formado unas conexiones neuronales mucho mas resistentes y esto permite poder acceder a estas funciones de una manera mas fácil y simple, es lo que sería un proceso de automatización.






8 visualizaciones0 comentarios
bottom of page